28 de julio de 2011

Amor lineal


Me gustaría querer como quieren las personas normales. Con calma y paciencia. Saber dejar que el roce haga el cariño. Construir algo juntos cada día y día a día.

Siento envidia de todas esas parejas que se abrazan en silencio en los bancos del parque. Que hacen la compra de la mano en el supermercado. Que se casan. Que se enfadan y reconcilian sobre una fina telaraña de guiños y complicidades.

Pero a mi me enseñaron a querer a trompicones. A amar en silencio. A construir nuestro castillo cada tarde en la playa y dejar que el mar se lo lleve cada noche y nunca hablarte de ello.

Tendré que empezar a aceptarlo. Mis manos son torpes y sólo saben abrazarte a destiempo. Tendrás que empezar a aceptarlo. Únicamente se querer como los niños pequeños, sin control ni filtros ni márgenes para tácticas ni estrategias. Pero también sin mentiras ni reparos ni fronteras.

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