Mentiras piadosas

Paseando esta tarde por el barrio, aprovechando el primer respiro de este invierno infinito y recordando la sensación de andar sin rumbo y sin que a uno se le congelen las orejas, dos carteles, separados escasos 100 metros llamaron mi atención.

Cariñosa gatita blanca perdida recientemente en el barrio, cualquier pista será bienvenida. Gatito moteado se escapó el sábado pasado, escribe la consternada dueña.

Mentiras piadosas. Obviamente son gatos listos y considerados. Mejor que los dueños piensen que se perdieron. Es más duro que aceptar la cruda realidad. Se fueron de manera voluntaria, abandonaron la comodidad y el calor del hogar humano intencionada, premeditada y coordinadamente y ahora ronronean felices y juntos en algún ático abandonado de Martinsviertel.